Un compendio de preguntas frecuentes sobre la red Tuiteros de la Patria y por qué sus cuentas suelen terminar con suspensión permanente
Our Frequently Asked Questions about the Tuiteros de La Patria spam network and why its accounts often end up permanently suspended.
El medio británico profundizó en cómo el gobierno venezolano reprodujo en TV pública noticieros falsos que usaron IA y paga regularmente a tuiteros para controlar narrativas en redes sociales, basándose en entrevistas y hallazgos de investigadores locales
Patricia tiene 39 años, vive en una ciudad del interior y es madre soltera. También es “Tuitera de la Patria”: trabaja con más de 15 cuentas de Twitter para difundir propaganda del chavismo y por su trabajo recibe pagos a través del Sistema Patria.
Patricia is 39 years old, lives in an inland city of Venezuela and is a single mother. She is also a "Homeland Tweeter": she uses more than 15 Twitter accounts to spread chavismo propaganda and for her work she receives payments through the Patria System
Analizamos la etiqueta #AlexTeQuieroLibre, impulsada principalmente por la red de "retweetganda" Tuiteros de La Patria
Desde el uso estratégico de “bots” humanos en Venezuela, pasando por una falsa norma sobre vigilancia estatal (que, al menos parcialmente, existe de facto), hasta la distorsión de eventos internacionales por medios aliados, revelan una red de influencias que moldea la percepción pública
El gobierno venezolano ha utilizado cuentas bot para propagar su propia agenda desde al menos 2015. Un video presentado en Con Maduro+ sugiere que muchas de las críticas en su contra podrían ser generadas por bots, a pesar de que hay centenas de “bots humanos financiados” que continúan amplificando su propaganda
Un mes después de tomarse un selfie con María Corina Machado, Ostos fue capturado y acusado de “intento frustrado de magnicidio”. Rastros en redes sociales demuestran que, antes de mostrarse como un activo opositor, también fue empleado del Seniat y un ferviente seguidor de “Con el mazo dando”.
El chavismo extiende su discurso en redes mediante ciudadanos remunerados, quienes se convierten en herramientas para implantar narrativas en un contexto de propaganda y desinformación.