- La Coalición Informativa revela cómo durante casi cuatro meses, cuentas en redes sociales y medios digitales coordinaron una campaña enfocada en analizar, extraer y usar datos de la estrategia llamada “Comanditos” con el fin de enturbiar la intención de voto opositora a la candidatura de Nicolás Maduro.
- El patrón de esta campaña contra los “Comanditos” requirió de ciberdelincuencia, cambios de identidad y el uso de las fuerzas de cuerpos de seguridad para posicionar el miedo, la confusión, la incertidumbre y, finalmente, la represión.
- La campaña no solo se basó en redes sociales y medios plenamente identificados por desinformar, sino que se amplió a través de mensajería como WhatsApp en la que se difunden palabras con connotaciones de violencia como “guarimba”, “no se vale llorar” o la “operación tun tun”.
Por La Coalición Informativa C-INFORMA
Ante la necesidad de activar el músculo ciudadano para la elección presidencial, la oposición tuvo que encontrar una forma efectiva de organizar a cientos de miles de personas. Para resolverlo, María Corina Machado promovió la conformación de “Comanditos” en todo el país, para completar la Red 600K, que sirviera tanto para promover el voto como para luego resguardar los resultados obtenidos en las mesas electorales.
Para esto utilizó la página web comanditosvzla.com y un enlace acortado, bit.ly/comanditos, ambos compartidos por cuentas oficiales de la campaña opositora. Las dos direcciones redireccionaban a un formulario de inscripción en línea a través de Google Forms, en el cual cualquier voluntario podía inscribirse y conformar su “Comandito”. Pero esta organización digital aparentemente sólida tenía una vulnerabilidad: que actores adversarios comenzaron a difundir formularios falsos con el objetivo de capturar datos, simular una filtración e intentar cohibir a los ciudadanos de unirse a esta nueva forma de organización política y ciudadana.
Estas evidencias, documentadas y analizadas por esta alianza, revelan el uso coordinado de redes de cuentas impostoras, narrativas y discursos estigmatizantes. Primero expusieron a los Comanditos a una estigmatización digital, presentándolos ante las audiencias simpatizantes del gobierno como débiles y manipulados, lo que recuerda a anteriores epítetos usados desde el poder para descalificar a los opositores, llamándolos “escuálidos” y “disociados”.
Después los mismos actores y cuentas se dedicaron a criminalizar a los opositores como fascistas, terroristas y violentos, haciendo una nueva analogía con la palabra “guarimba”, también impulsada desde los medios tradicionales por voceros oficialistas. Este linchamiento digital buscaba seguramente justificar la ola indiscriminada de arrestos, que ya supera el millar, incluyendo adolescentes, personas con discapacidad, indígenas y personas sin relación con las protestas.
Así que la elección presidencial del 28 de julio de 2024 no solo significó para los venezolanos un momento histórico para ejercer su derecho al voto, sino que también sirvió de escenario para que la maquinaria desinformativa y de propaganda del gobierno desplegara todo su potencial.
Primero esta maquinaria atacó a los “Comanditos” opositores (voluntarios de la campaña de Edmundo González) y engañó a quienes los conforman. Luego, después del primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), que anunció el triunfo de Nicolás Maduro con 51,2% de los votos con 80% de las actas escrutadas, usó estas mismas estrategias para reprimir con confusión, miedo y acciones aterrorizantes de parte de algunos funcionarios de cuerpos de seguridad, los cuales ya han sido señaladas como violaciones de derechos humanos.
Una campaña desinformativa (1 y 2) implementada durante los días previos a las elecciones, el mismo día 28 de julio y los días posteriores para aplacar las olas de protestas contra los resultados anunciados oficialmente. Rumores, mentiras, manipulaciones de la verdad y operaciones de robo de datos se entrelazaron con un tejido comunicacional promovido por medios tradicionales y portales digitales en redes sociales para impactar en el voto. Las narrativas que circularon mutaron, se repitieron y se aceleraron como nunca antes con el fin de aumentar la incertidumbre en todo un país que veía esta votación como la más importante de los últimos 30 años para el futuro de Venezuela..
Tras monitorear, recopilar y analizar contenidos en medios de comunicación y cuentas de redes sociales, C-INFORMA determinó que uno de los objetivos centrales de esta campaña gubernamental fue tildar de violentos a los “Comanditos” para poder argumentar que la persecución a la oposición y a los ciudadanos manifestantes se trataba de una “lucha contra el odio, el fascismo y los ataques a la paz social del país”.
La estrategia de manipulación y mentira mantuvo su foco en los “Comanditos” pero mostró distintas caras desde el 1 de abril hasta el 10 de agosto de 2024. La investigación periodística encontró que contenidos de internet atentaron contra quienes son disidentes de la candidatura de Nicolás Maduro, acusándolos de ser incitadores de protestas, manifestaciones violentas y supuestos actos terroristas que ocurrieron días después de que el CNE le otorgaran la victoria al líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Este equipo también logró comprobar la manera en que los venezolanos fueron víctimas de una “tormenta perfecta” de distorsiones y desórdenes informativos que usó cuentas encubiertas en redes sociales, técnicas informáticas de ciberdelincuencia y estrategias comunicativas combinadas con operaciones policiales, que luego eran también presentadas de forma dramática, apelando a elementos del cine de terror.
Este hallazgo es el resultado de cuatro meses de investigación realizada por las organizaciones venezolanas Medianálisis, Efecto Cocuyo, Cazadores de Fake News y el observatorio digital ProBox, que a su vez integra la alianza periodística Los Ilusionistas, coordinada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), en la que reporteros e investigadores digitales de 15 medios y organizaciones de América Latina investigan colaborativamente la circulación de información falsa y la manipulación de la conversación pública en medios digitales, durante este “súper año electoral” de 2024 en América Latina.
“Pescadores” maliciosos que se hacen pasar por Comanditos
Los “Comanditos” son grupos organizados, descentralizados y conformados por ciudadanos que apoyaron la campaña de Edmundo González Urrutia, quien fuera el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la mayor coalición opositora, en las elecciones presidenciales de Venezuela de 2024.
Estos grupos tuvieron como principal tarea organizar y movilizar a los votantes de todo el país para garantizar una participación amplia el 28 de julio, y transformarse en una red de “observadores ciudadanos” que pudiera defender los votos.
Los “Comanditos” fueron un factor decisivo en la movilización masiva de la oposición el día de las elecciones, por lo que se convirtieron en uno de los objetivos centrales de la estrategia de la desinformación oficialista.
Antes a la elección, la campaña oficialista se dedicó a insistir, desde las distintas ventanas comunicacionales de Diosdado Cabello (1 y 2) hasta redes amplificadoras (1 y 2), que la cantidad de “Comanditos” conformados eran muchos menos que lo que anunciaban, que estaban plenamente identificados, que sus integrantes eran ciudadanos vulnerables, víctimas de un plan de supuesta manipulación de María Corina Machado, la principal líder de oposición y promotora de la candidatura de González Urrutia.
“Delsa te reto a que me desmientas…Fracasaron los comanditos, la Red 600K fue una estafa, no hay logística para los testigos en las regiones y tampoco lograron acreditar testigos en los centros de votación foráneos de 1 y 2 mesas…Hija, María Corina te tendió una trampa 🙃” se puede leer en X un mensaje difundido por @MundiYO Político un día antes de la elección presidencial y que ya venían repitiendo con anterioridad y que era parte de esta campaña oficialista de desprestigio a sus rivales electorales (1 y 2).
Más tarde, la narrativa oficialista mutó de tildar a los comanditos de débiles y engañados, a acusarlos de ser los responsables de focos de violencia y supuestos actos “terroristas”.
Esta técnica de de falso hackeo y filtración engañosa de datos no relacionados para generar temor y desincentivar el voto ya había sido usada en Venezuela en múltiples ocasiones en las que la oposición creó páginas web (1 y 2), con las que intentó organizar y articular a sus militantes o impulsar iniciativas en línea (como la Consulta Popular de 2020) y en las que se crearon páginas similares para confundir a la ciudadanía.
En este 2024, la táctica fue usada de nuevo para generar temor en la población opositora.
El 26 de junio Diosdado Cabello, vicepresidente del PSUV, leyó en “Con el Mazo Dando”, el talk show de propaganda que conduce en Venezolana de Televisión (VTV), un texto supuestamente enviado por un informante, en el cual se aseguraba que la página web de los “Comanditos” había sufrido un hackeo, que los datos almacenados se habían filtrado y que estaban circulando en Internet.
“A mí me llegaron algunos datos. Tengo unos aquí”, afirmó Cabello, y continuó leyendo información supuestamente filtrada de una mujer integrante de un “Comandito”. “Yo lo lamento por usted, pero sus datos están regados por ahí, gracias a María Corina, Vente Venezuela y la Plataforma Unitaria”, dijo después de mencionar el nombre de una de las personas que aparecía en la lista que tenía en mano.
C-INFORMA logró comprobar que en redes sociales sí circulaban supuestas listas de “Comanditos”, pero parecían provenir de fuentes distintas a la página de la campaña opositora. Entre otros orígenes, se denunció la existencia de una operación de phishing que usó un formulario idéntico al de la página comanditosvzla.com, con fines maliciosos.
Dos días después del programa de Cabello, Perkins Rocha, vocero oficial del “Comando con Venezuela” de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, desmintió el falso hackeo a la página de los Comanditos:
En ese momento, Rocha había advertido la presencia de cuentas falsas en X (antes Twitter) que se hacían pasar por cuentas de la oposición. Pero en esta investigación comprobamos la completa magnitud de la operación. Descubrimos una red de, al menos, 45 cuentas que simulan ser usuarios reales, pero que de forma coordinada publican contenidos, se citan y repostean a otras cuentas de la misma red. De estas, 25 han estado activas desde principios de septiembre de 2023, casi dos meses antes de las primarias de la oposición y días después de la conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), tras la renuncia colectiva y dudosamente voluntaria de los anteriores rectores.
Varios patrones vinculan a los perfiles de X que conforman la red: cada cuenta sigue a varias del mismo grupo y, además de interactuar entre sí, también lo hacen con publicaciones de María Corina Machado, Edmundo González y de la cuenta del “Comando con Venezuela”, base de campaña del candidato opositor, tal como lo harían usuarios corrientes de oposición. Pero, como encontramos, en realidad las cuentas de esta red son cuentas oficialistas encubiertas, usadas para desinformar.
Una de las cuentas impostoras, ya suspendida, era @Comanditos_Vzla. Suplantaba la identidad de @ComanditosVzla, cuenta oficial de los Comanditos en X y fue la principal encargada de diseminar en esa red social el enlace a la falsa página de registro de los comanditos, bit.ly/comandito (el enlace acortado de la página real era bit.ly/comanditos, en plural). El enlace malicioso llevaba a un formulario de registro de los Comanditos, idéntico al verdadero que fue compartido por la oposición.
Las publicaciones de @Comanditos_Vzla (la falsa cuenta de los “Comanditos”) eran reposteadas y citadas por el grupo de cuentas anónimas, muchas de ellas impostoras que se hacían pasar por militantes de oposición.
Pero la red no estuvo relacionada solamente con el capítulo de suplantación de identidad del formulario de inscripción de los “Comanditos”, ni su objetivo fue sólo avivar el miedo y poner en duda si la oposición estaba manejando los datos de los ciudadanos con seguridad. Antes de que fuera descubierta la operación de phishing a través del falso registro, ya habían intentado desinformar en X en múltiples ocasiones.
Previo a las primarias de la oposición de octubre de 2023 compartieron su primer bulo, cuando circularon la falsa planilla de votación de la campaña #RellenaElOvalo, intentando confundir a los usuarios, ya que el procedimiento para votar en las primarias consistía en marcar con una X el óvalo, no rellenarlo, que aunque no lo invalidaba, era distinto a las indicaciones dadas por los promotores de las primarias.
Luego, a principios del 2024, una cuenta parodia de María Corina Machado (@MariaCorinaMa), que hace parte de la misma red, publicó contenidos polarizantes, como fotografías de Edmundo González Urrutia con la bandera de Estados Unidos. Otras cuentas de la red usaron contenidos similares.
Haciéndose pasar por Comanditos, algunas de estas cuentas también solicitaron donaciones (que la campaña opositora no había pedido) para, supuestamente financiar la logística de apoyo a los testigos, basándose en las que sí estaban siendo publicadas por la cuenta real de los Comanditos. Sin embargo, las cuentas de esta red hacían parecer que la campaña estaba pidiendo dinero en efectivo, bebidas energéticas y otros artículos que eran innecesarios para el fin previsto, con la intención de trivializar la recolección. La segunda cuenta con mayor antigüedad de la red había publicado otra similar solicitud engañosa de donaciones, pero el 25 de julio de 2014, hace diez años.
La red de cuentas fue autora y difusora de otras falsas convocatorias de recaudación de fondos en nombre de los “Comanditos” para los testigos electorales, del cambio en la dirección de algunas concentraciones de la oposición y de presuntas suspensiones de las convocatorias de Machado y González Urrutia.
Compartieron, por ejemplo, convocatorias manipuladas que dirigían a los militantes a destinos diferentes de las concentraciones oficiales, como ocurrió en el caso del cierre de campaña el 25 de julio en Caracas, que estaba pautada hacerse en Las Mercedes. La red de cuentas, sin embargo, estaba compartiendo invitaciones en las que se aseguraba que se realizaría en El Hatillo, dos puntos separados por una distancia de casi 20 kilómetros,en dos municipios distintos.
El escuadrón #TeamCazaGuarimberos
La mayoría de las cuentas de la red de falsos “Comanditos” dejó de publicar contenidos el día de las elecciones, que cerró en la madrugada con protestas ciudadanas en varios estados del país en contra del resultado difundido por el CNE.
Después de ese día, apenas cuatro cuentas se reactivaron. Borraron tweets previos, cambiaron contenidos, fotos de perfil y biografías para adoptar una nueva identificación unificada con la misma foto y la etiqueta #TeamCazaGuarimberos: se convirtieron en perfiles “caza guarimbas” (venezolanismo para protestas violentas).
Sus narrativas se reorientaron a promover públicamente la delación de personas que participaran en manifestaciones —supuestamente violentas— de acuerdo a la descripción de sus perfiles, recibiendo “denuncias” a través de X y varios grupos de Telegram que promovieron abiertamente. Las cuentas de la red pasaron a formar parte de una ola represiva y de persecución contra manifestantes e integrantes de los Comanditos, a quienes habían imitado engañosamente antes del 28 de julio.
La etiqueta #TeamCazaGuarimberos surge en el contexto de la renovada “Operación Tun Tun”, un operativo del Gobierno nacional, de arrestos y desapariciones forzadas ejecutado por cuerpos de seguridad y de inteligencia del Estado, que ha sido apoyado por voceros del gobierno y algunos simpatizantes del chavismo, para que los simpatizantes del oficialismo ayuden a identificar, denunciar, perseguir y amedrentar a quienes participan en las manifestaciones antigubernamentales.
Esta operación cívico-militar-policial, que va desde la revisión de celulares por parte de funcionarios policiales a la publicación de allanamientos y detenciones arbitrarias de opositores, como el de María Oropeza, quien lo transmitió a través de un Live de Instagram o de Koddy Campos, quien hizo lo propio e invitó al periodista Vladimir Villegas a la transmisión, hasta que logró huir.
Estas operaciones, que incluyeron el uso de VenApp para denunciar “guarimbas fascistas”, se despliega en paralelo con la circulación de numerosos rumores y bulos, algunos previamente desmentidos, sobre la grabación de llamadas y publicaciones en línea, así como leyes y órdenes para apresar a quienes inciten o llamen a la violencia en redes sociales o de la falsa responsabilidad penal de los administradores de grupos de Whatsapp.
El terror difundido y que se materializaba con el “tun tun”
Analizando exhaustivamente redes sociales como TikTok, X, Facebook e Instagram, identificamos palabras usadas con el fin de causar miedo y documentar la presunta lucha gubernamental contra “el odio, el fascismo y los ataques a la paz social del país”. Los hallazgos de la Coalición se concentraron principalmente en Facebook, seguidos por X, luego Instagram y TikTok.
“Guarimbas”, “no al saqueo”, “violencia fascista”, “cárcel Maria Corina Machado”, “cárcel para Edmundo González”, #CárcelPaLaSayona, #Payasa, #ComanditosDelTerror, #EllosSonOdio y #CárcelParaLaSayona fueron los resultados de una búsqueda que sumó 5.395 menciones en redes sociales en el mes de monitoreo teniendo un gran pico (70,4% de las menciones) durante los tres días siguientes de las elecciones, destacando el 31 de julio con 1.590 menciones.
En la búsqueda, C-INFORMA logró recolectar 10 palabras muy utilizadas en la conversación digital y logró detectar que “oposición maquiavelo”, con 40 menciones, formaba parte de una estrategia coordinada de ataque para la oposición, específicamente, contra el candidato González Urrutia.
Un total de 40 publicaciones repetían de forma idéntica dos descripciones y dos fotos: Por un lado, se observó una imagen editada de Edmundo González Urrutia en la que se le llama “inmundo cobarde”, afirmando falsamente que golpeó a los trabajadores y soldados que “defendían a la población” de su odio y que es prófugo de la justicia, acompañado de etiquetas como #Maquiavelo, #InmundoCobarde, #MalParido, #LaSayona, #CarcelParaLaSayona, #EdmundoPaLaCarcel y #Locos como puede verse en estos ejemplos: 1, 2, 3, 4, 5, y 6.
La etiqueta #Maquiavelo también se usó para insultar al líder político exiliado en España Leopoldo López. En este caso se adjuntó un pantallazo de uno de los tweets de López solicitando más sanciones económicas sobre el régimen de Maduro, que él impulsó como respuesta ante la amenaza de encarcelar a González y a Machado. C-INFORMA determinó que la imagen que se adjuntó en varios tweets es exactamente la misma captura de pantalla (con la misma cantidad de visualizaciones, republicaciones, citas, me gusta y guardados), así como también se usó la misma fotoleyenda con errores de redacción y uso de palabras con caracteres para evitar denuncias (como “D3sgrac¡ado”), como puede verse acá 1, 2, 3, 4, 5, y 6, en todos esos tweets.
Estas 40 publicaciones identificadas fueron realizadas por 20 usuarios y, al revisar sus perfiles encontramos que habían publicado no sólo ambas imágenes, sino que esas cuentas habían realizado otras publicaciones usando el mismo contenido y descripción. Además, las cuentas siguen el mismo patrón: publican contenido sin ningún vínculo político, para simular autenticidad, y luego replican contenidos de otras cuentas oficialistas.
Además de los patrones en el tipo de contenido, etiquetas y perfiles incompletos, C-INFORMA detectó más conexiones en la red de perfiles de Instagram. De las cuentas estudiadas, 14 fueron creadas entre noviembre y diciembre de 2023 y mantienen seguimientos con 15 cuentas oficiales del Sistema de Comunicadores CLAP del estado Guárico, en los llanos venezolanos, además de funcionarios de la Secretaría de Alimentación y la gobernación. Los nombres de las cuentas, representadas por números en el siguiente grafo, coinciden con personas reales que tienen perfiles en Facebook y siguen, igualmente, a la página oficial de los Comunicadores CLAP de Guárico en esa red social.
Otra técnica que identificó esta investigación (y que se usa para aterrorizar a la población) se ejemplifica con este video de miembros de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la Policía Nacional Bolivariana realizando un arresto en el marco de la “Operación Tun Tun”, que ahora no sólo se aplica contra líderes opositores, sino a cualquiera que manifieste simpatía por la oposición o rechazo contra el régimen de Maduro por medio de redes sociales o en manifestaciones públicas (1, 2 y 3).
Varias publicaciones utilizan exactamente el mismo texto en su descripción: “no se vale llorar, orinarte o cagart3, solo debes hablar y darte cuenta que Venezuela se respeta, no se destruye”. Este tipo de contenidos fueron además promovidos por el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Policiales y Criminalísticas (CICPC) y por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), usando videos editados con audios que hacían referencia a películas de terror de Hollywood como Chucky, el muñeco diabólico, versiones tenebrosas de villancicos y canciones infantiles.
Contenidos que mencionan a la “Operación Tun Tun” también fueron difundidos en estados de la aplicación WhatsApp (1 y 2) de algunos empleados públicos, de diputados regionales y hasta de miembros de los equipos de prensa de las gobernaciones en manos de líderes maduristas.
Otros dos términos, la “extrema derecha” y la “derecha fascista”, que son utilizados por Nicolás Maduro para referirse los manifestantes, son usados por algunas cuentas de noticias (que reportan que esos términos han sido pronunciados porel ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López; el Fiscal General, Tarek William Saab y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez). Estos términos también son usados de forma recurrente por la red de cuentas oficialistas en X y TikTok.
Otra coordinación en el uso de ilustraciones y mensajes propagandísticos se observa en la cuenta oficial de la empresa estatal Gas Caracas, que publicó una imagen con la cara de María Corina Machado utilizando el hashtag #CárcelPaLaSayona. Esa misma imagen se puede ver en fotos de concentraciones convocadas por Maduro, donde se observan personas con carteles con una versión impresa de la imagen.
En el caso de la etiqueta #ComanditosDelTerror, se encontraron 694 menciones en todas las redes sociales, entre los que se encuentran el uso de imágenes con símbolos nazi y fotos editadas con el mismo diseño mencionado en el párrafo anterior. pero con la cara de Edmundo González y con la etiqueta #EdmundoAsesino, que refiere a la falsa narrativa de involucrar a González con las masacres de El Mozote y de asesinato de sacerdotes en El Salvador.
Esta etiqueta, y su narrativa alrededor de señalar a los Comanditos como violentos y “terroristas”, fue ampliamente compartida por cuentas vinculadas al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en TikTok, como se puede observar en las siguientes capturas de pantalla, siendo estas publicaciones en apoyo de Maduro, o exigiendo cárcel para Maria Corina Machado, y contraponiendo a la oposición frente a la “paz” que garantiza el “triunfo” de Nicolás Maduro, como puede observarse acá: 1, 2, 3, y 4.
Un análisis manual de 45 videos en 27 cuentas de TikTok, reveló que cinco cuentas publicaron el mismo video, aunque con ligeras diferencias, y se hallaron otros 25 videos únicos. De los 45 videos difamatorios analizados, se generar modificaciones, con casi 3 millones de reproducciones, más de 96 mil “me gusta” y más de 11 mil comentarios.
El promedio de reproducciones por video se acercó a las 100 mil, con un rango desde 0 hasta 1,5 millones. Los likes promediaron 3,319 por video, con un máximo de 54,500, y los comentarios promediaron 388, con un máximo de 8,316. Estos altos niveles de interacción sugieren que la estrategia de promoción ha sido efectiva, logrando un amplio alcance.
Los hashtags más utilizados en estas campañas incluyen “#venezuela”, “#carcelparalasayona”, y “#carcelpalasayona”. Los videos también usaron las ilustraciones en blanco y negro de Edmundo González.
Estas estrategias desinformantes unen la experiencia de dos momentos históricos del chavismo. Primero, las palabras, insultos y descrédito impulsado durante la época de mayor popularidad del chavismo, cuando el presidente Hugo Chávez hablaba de la “hegemonía comunicacional”, que llevó al cierre de canales de televisión, ataques a la prensa, la creación de Telesur y la “guerrilla comunicacional”, siempre en el ámbito de los llamados medios tradicionales.
Ahora, el chavismo enfrenta una realidad de muy baja popularidad, la cual ha sido respondida con una férrea censura. Cientos de medios comprados, clausurados y bloqueados digitalmente, produciendo desiertos informativos en amplias áreas de Venezuela sin ningún medio local disponible, y campañas de manipulación en línea que ya no recurren a impulsar propaganda a favor del gobierno, sino, dada las nuevas circunstancias, simular e infiltrarse como opositores para llegar a amplias capas de la población.
El objetivo ya no es eliminar dudas razonables sobre la veracidad de las afirmaciones oficiales o la credibilidad de las instituciones, sino generar discordia entre los mismos venezolanos por medio de las campañas de delación y persecución de ciudadanos comunes. La premisa del engaño descubierta en esta investigación es que cualquiera puede ser un soplón, cualquiera puede ser arrestado por terrorismo.
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.