Red de noticieros anónimos en Instagram con contenido dirigido a lectores de oposición ha sido origen recurrente de desinformación desde 2019. Permanece activa en 2023
- La red de cuentas suele difundir contenido que refuerza las narrativas del gobierno de Nicolás Maduro, resaltando sus supuestos logros, intentando desincentivar la migración, deslegitimar a actores críticos y profundizar las grietas existentes y la división entre los distintos grupos de la oposición venezolana
- Algunos de sus contenidos se han hecho virales y han sido reseñados en la televisión pública venezolana
- Hay evidencias de coordinación entre el grupo de falsos noticieros en Instagram y otras redes de desinformación activas en Twitter y YouTube
Por Adrián González para Cazadores de Fake News y C-Informa
Es bastante probable que miles de usuarios venezolanos de Instagram hayan sido expuestos de forma sistemática y continua a desinformación sociopolítica, debido a la acción de una red de cuentas anónimas que difunden contenido informativo y que, en sumatoria, acumulan más de 1 millón 250 mil seguidores y que ha estado activa, al menos, desde 2019.
Esta particular red de noticieros anónimos en Instagram fue bautizada por Cazadores de Fake News como “La Fábrica de Desinformación” a partir de un artículo publicado en agosto de 2020. Desde entonces la ha identificado como el origen de decenas de bulos sociopolíticos en el contexto venezolano. Durante varios años ha contaminado una red social a través de la que se informan muchos internautas criollos, muchos de orientación opositora que usualmente intentan evitar exponerse a contenido propagandístico y desinformativo transmitido en medios tradicionales y digitales controlados por el oficialismo y que —en el contexto de hegemonía comunicacional reinante— llega con mayor facilidad a todos los rincones de Venezuela.
Desde bulos inmigratorios y propaganda sobre la mejoría en la economía nacional, pasando por contenido difamatorio en contra de periodistas venezolanos a videos descontextualizados que buscan profundizar las –ya existentes– grietas entre los múltiples líderes de la oposición venezolana y avivar sus divisiones internas, las cuentas de “La Fábrica” son origen recurrente de bulos, desinformación y propaganda, que en ocasiones permea a otras redes sociales y se hace viral.
La Coalición Informativa C-Informa pudo identificar 306 publicaciones difundidas por al menos una de las seis cuentas en Instagram que conforman el grupo de noticieros anónimos, analizó el tipo de contenido difundido por la red desinformativa y los indicios de sincronización entre el contenido publicado desde la red en Instagram con campañas desinformativas desplegadas en otras redes sociales. El análisis realizado permitió identificar lo que parece ser una operación de influencia en curso, es decir, una campaña que hace uso coordinado, malicioso o manipulador de información y narrativas para promover los objetivos de quien la impulsa y lograr ventajas competitivas sobre sus adversarios.
Esta investigación tiene como objetivo alertar a la población venezolana sobre la existencia de redes de cuentas aparentemente informativas y dirigidas a público opositor –pero que demuestran ser focos desinformativos–, con el fin de incrementar la resiliencia de la sociedad civil venezolana con respecto al problema de la contaminación informativa digital que le afecta.
El falso rumor sobre la llegada del COVID-19 a Venezuela
Cerca del mediodía del 29 de febrero de 2020, los asistentes a una concentración en Barquisimeto, una importante ciudad del centro-occidente del país, de Juan Guaidó —reconocido parcialmente como Presidente Interino de Venezuela hasta enero de 2023— fueron víctimas de un ataque por parte de grupos armados. En el incidente desconocidos usaron armas de fuego, piedras y explosivos contra los asistentes, dejando al menos cinco personas heridas y rompiendo los vidrios de uno de los vehículos que usó su comitiva.
Esa misma noche, Guaidó reiteró la convocatoria a una marcha opositora que se realizaría en Caracas el siguiente 10 de marzo, cuyo punto final sería el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional de Venezuela
Hacia finales de febrero aún no se declaraba oficialmente la llegada del COVID-19 a Venezuela. La enfermedad tenía poco más de dos semanas de haberse comenzado a llamar con ese nombre —la mayoría de los venezolanos aún se referían a ella como el “Coronavirus”— y el brote ni siquiera había sido declarado “pandemia” por la Organización Mundial de la Salud, hecho que ocurriría el 11 de marzo.
Sin embargo, ya desde principios de año habían comenzado a circular rumores sobre la supuesta llegada del virus al país, como un falso caso detectado en la Clínica Chilemex de Puerto Ordaz, estado Bolívar (al sur del país), que fue desmentido la última semana de enero.
Pero la misma noche del ataque en contra de la concentración en Barquisimeto, el rumor revivió. A las 8:00 p. m. del 29 de febrero, la etiqueta #CoronavirusEnVzla comenzó a ser impulsada súbitamente en Twitter por un grupo coordinado de cuentas que, publicando gran cantidad de tweets con contenido basura –spam– y sin presentar ninguna prueba sobre la supuesta llegada del virus al país, la posicionaron en el puesto N° 1 de tendencias para Venezuela.
El día siguiente, el 1° de marzo a partir de las 3:44 p. m., cinco cuentas anónimas de Instagram que aparentan ser noticieros comenzaron a difundir la foto de dos ancianos acostados en camillas, asegurando que se trataba de “presuntos casos de Coronavirus en Puerto Ordaz” y que, en esta ocasión, estarían siendo atendidos en el Hospital de Clínicas Caroní. En cuestión de horas, periodistas y medios verificaron la información y demostraron que se trataba de un bulo. Las fotos no guardaban ninguna relación con Venezuela; habían sido publicadas por un portal dominicano el 15 de septiembre de 2019, mucho antes de que en el mundo se conociera la existencia del virus.
A pesar de esto, el rumor continuó siendo impulsado en Twitter el 2 de marzo. Ese día, el mismo equipo organizado de tuiteros que impulsó #CoronavirusEnVzla llevó a otra etiqueta, #CoronavirusEnPzo (Coronavirus en Puerto Ordaz), al puesto N° 6 de tendencias en Venezuela. La campaña tuvo como objetivo popularizar en Twitter el rumor sobre los dos presuntos casos de Coronavirus en Puerto Ordaz, compartiendo la misma foto de los ancianos dominicanos que horas antes había aparecido como noticia real en la red de noticieros anónimos de Instagram.
La campaña siguió su curso durante varios días en ambas redes sociales. En Instagram, el 3, 7, 9 y 10 de marzo se compartieron otras publicaciones que buscaban mantener vivo el rumor. En Twitter, el 3, 4 y 5 de marzo, se impulsaron, respectivamente, las tendencias #WaidoConCoronavirus, #GuaidonaVirus y #GuaidoInfectado.
Las evidencias forenses digitales demuestran que el rumor sobre la falsa llegada del COVID-19 no surgió en redes sociales de forma espontánea, ni fue casualidad que existieran referencias cruzadas entre actores desinformantes de Instagram y Twitter. Se trató —sin lugar a dudas— de una operación de influencia multiplataforma, es decir, publicada en varias redes sociales de forma coordinada con la que se intentó amplificar el rumor, tanto para distraer sobre el ataque a la concentración en Barquisimeto del 29 de febrero como para incentivar miedo en la sociedad civil y usarlo para impactar en la convocatoria a la marcha programada para el siguiente 10 de marzo.
Poco después de la marcha, el 12 de marzo, Nicolás Maduro anunció en rueda de prensa la suspensión y prohibición de concentraciones públicas masivas y eventos. Un día después, Delcy Rodríguez confirmó los dos primeros casos de COVID-19 en el país: dos pacientes reportados en el estado Miranda (norte), ubicado a más de 450 km al noreste de la ciudad de Puerto Ordaz.
Telarañas de mentiras que unen redes sociales
El rumor sobre la falsa llegada del COVID-19 a Venezuela a principios de marzo de 2020, está lejos de ser el único caso de desinformación cuyo nacimiento y amplificación está asociado a los mismos actores desinformantes identificados en Instagram y en Twitter.
De acuerdo con información registrada por el observatorio Probox y la organización Cazadores de Fake News, en al menos 30 oportunidades entre 2019 y 2022, en ambas redes sociales se activaron campañas coordinadas para popularizar bulos, etiquetas, narrativas o contenido multimedia propagandístico. En ellas han participado, precisamente, los mismos noticieros anónimos de Instagram que conforman “La Fábrica de Desinformación” así como el mismo equipo de cuentas que impulsó tendencias coordinadas en Twitter.
Una de esas campañas fue impulsada en Twitter el 25 de diciembre de 2019 con la etiqueta #WaidoEnLosRoques, rumor sobre unas falsas vacaciones que Juan Guaidó y su familia habrían disfrutado en navidad y que al día siguiente también fue reseñada por cinco de los noticieros anónimos de “La Fábrica”.
Otro caso surgió el 3 de febrero de 2020, cuando los mismos responsables de popularizar en Twitter las etiquetas #CoronavirusEnVzla y #WaidoEnLosRoques impulsaron #GuaidoYSuPrima, intentando hacer visible un nuevo rumor sobre una falsa relación entre Guaidó y Windy Guaidó, una cantante de música urbana cuya carrera habría sido financiada —de acuerdo con el bulo— por el para entonces presidente interino. El mismo día, el rumor apareció reseñado en Instagram por cuentas de “La Fábrica” y, al día siguiente, fue amplificado a nivel internacional en la versión en español de Mundo Sputnik, un medio propagandístico afiliado al gobierno de Rusia, que también aparece reflejado en una investigación de Efecto Cocuyo para la alianza C-Informa sobre portales en Latinoamérica que difunden desinformación política rusa, cubana y venezolana.
De acuerdo con lo confirmado a Cazadores de Fake News por voceros del equipo de comunicaciones de Juan Guaidó, Windy Guaidó no formó parte del gobierno interino que lideraba y ni siquiera es conocida en el entorno familiar del líder opositor.
Varios tuiteros e investigadores denunciaron por años las técnicas usadas por el mismo equipo de tuiteros para manipular el algoritmo de Twitter y posicionar a su antojo etiquetas en el tope de la lista de tendencias para Venezuela, violando las políticas en contra del spam y la manipulación de plataforma de la red social.
Pero no fue hasta 2021 que Twitter suspendió permanentemente a la cuenta que lideraba al grupo de tuiteros, perteneciente a un influenciador venezolano apodado @NiTanTukky, luego de recibir información sobre un conjunto de tweets de 2019 y 2020 olvidados en su línea de tiempo en los que ofrecían explícitamente pagos entre USD 100 y 150 para promover las etiquetas desinformativas.
El grupo de cuentas de Twitter lideradas por @NiTanTukky, pseudónimo del influenciador venezolano Keisbel Giménez, es lo que en el estudio de la desinformación se conoce como un equipo de astroturfing –operadores de carne y hueso que intentan posicionar temas en la agenda pública, simulando conversar espontáneamente sobre ellos, pero ocultando su verdadera intención–. En 2023, el equipo de tuiteros ha impulsado tendencias coordinadas de forma ocasional, pero no con la misma regularidad ni con el mismo impacto que en años anteriores.
Si bien entre la operación en Instagram y Twitter existen claras coincidencias en el tipo de contenido, objetivos y su fecha de difusión, hasta el momento no se ha podido demostrar si ambas redes están siendo operadas por el mismo grupo de personas.
Sin embargo, en una investigación publicada en agosto de 2022, se evidenció que el contenido desinformativo difundido en Instagram por “La Fábrica” y con el uso de etiquetas coordinadas en Twitter, también tenía conexiones con una red de seis canales de propaganda en YouTube cuyos administradores pagaron publicidad para promocionar algunos de sus videos. El grupo de canales –que incluía a House of News, un falso noticiero narrado en inglés con presentadores generados con el uso de software de Inteligencia Artificial– dejó de operar en marzo de 2023, al ser suspendida en su totalidad por YouTube.
A pesar de la pérdida de influencia del equipo que impulsa tendencias coordinadas en Twitter y del cierre de la red de canales en YouTube, la red de noticieros anónimos en Instagram, “La Fábrica de Desinformación”, se ha mantenido publicando contenido desinformativo hasta la actualidad.
¿Es “La Fábrica” parte de una estrategia desinformativa organizada?
Ya desde 2017 se venía advirtiendo que el gobierno bolivariano tendría la intención de manipular el contenido en internet para defenderse de lo que considera la “guerra mediática” haciendo uso, al mismo tiempo, de tácticas, técnicas y procedimientos desinformativos, reclutando influenciadores e, incluso, creando falsos noticieros en redes sociales.
En junio de ese año, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) capítulo Venezuela, publicó una presentación filtrada a la web con el logo del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz y titulada “Proyecto de formación del ejército de trolls de la revolución bolivariana”. En el documento, cuya implementación nunca pudo comprobarse, se recomendó el uso de “escuadras de prensa” que estarían a cargo de crear contenidos informativos, notas de prensa, artículos y publicaciones. De acuerdo con la estrategia, existirían varios tipos de escuadrones, entre ellos los de “fake news” o iniciadores de falsos positivos. También se sugería la compra de cuentas “con más de 100 mil seguidores” en Instagram y Twitter con el objetivo de “cubrir noticias de diferentes ámbitos, algunas con línea política pro gobierno y otras de oposición, para poder llegar a ese público”.
Existiendo un antecedente de intencionalidad, ¿puede comprobarse si los lineamientos trazados en el proyecto de formación del “ejército de trolls de la revolución bolivariana” están relacionados con la actividad de noticieros anónimos o encubiertos en redes sociales, tal como ocurre con las cuentas de “La Fábrica”?
De haberse implementado el proyecto, la red de noticieros anónimos de Instagram sería uno de los focos desinformativos en redes sociales que levantaría más sospechas de guardar relación con lo sugerido en el documento.
Ya en la investigación sobre “La Fábrica” publicada en agosto de 2020 se había confirmado, con el uso de la herramienta CrowdTangle de Meta y analizando las fechas y horas de publicación de los contenidos, que la red de noticieros anónimos era el origen de decenas de bulos, rumores, información manipulada y propaganda tóxica venezolana, que en horas o días sería reproducida –inadvertidamente, en la mayoría de los casos– por otras cuentas de Instagram, Twitter, Facebook y, ocasionalmente, en televisión pública nacional. Desde entonces, Cazadores de Fake News identificó 18 casos adicionales que se hicieron virales en al menos dos redes sociales y que tuvieron como origen a “La Fábrica”. De igual forma, descartó otras decenas de publicaciones de la red de noticieros anónimos que nunca se volvieron virales, a pesar de haberlas identificado claramente como desinformación.
En agosto de 2020, la red estaba conformada por 6 cuentas, dos de las cuales están actualmente suspendidas (@VenezuelaGrita y @CiudadanoVenezolano).
Para marzo de 2023, la red está compuesta por seis cuentas vinculadas:
- @VeneNewsToday (ID: 1355770473): con 27 nombres de usuario previos, entre ellos @58Turismo y @LaNoticiaDeVzla. Tiene más de 58 mil seguidores.
- @LaNoticiaTuya (ID: 5646951525): con 10 nombres de usuario previos como @VzlaInformacion y @LaLupaVe. Más de 64 mil seguidores.
- @ElObservadorVe (ID: 3118816757): con 7 nombres previos, no identificados. Más de 373 mil seguidores.
- @VivoPorVenezuela (ID: 10446015054): con 7 nombres previos, no identificados. Más de 128 mil seguidores.
- @AraguaLucha (ID: 5413330422), más de 211 mil seguidores.
- @TodosContigoVenezuela (ID: 15479999557), más de 423 mil seguidores.
En el caso particular de “La Fábrica”, los nombres de usuario sólo deben ser considerados como información referencial ya que varias de las cuentas de la red cambian su identificación con regularidad, especialmente después de que se publica algún desmentido sobre los bulos cuya difusión iniciaron o en la que participaron. Esta es una técnica de camuflaje también usada por las cuentas del equipo de Twitter vinculado con @NiTanTukky, de acuerdo a observaciones de Cazadores de Fake News.
Deconstruyendo a un “laboratorio” desinformativo
¿Qué otros rumores, bulos y manipulaciones fueron publicados en Instagram por los noticieros anónimos de “La Fábrica” durante el tiempo en el que ha estado activa? ¿En qué momento ha generado más contenido desinformativo y sobre cuáles temas?
Usando CrowdTangle e información de fecha y hora de publicación de centenas de tweets publicados por las cuentas, se ensambló una base de datos con una muestra de 306 contenidos de tipo desinformativo o propagandístico compartidas por al menos una de las cuentas de la red entre marzo de 2019 y enero de 2023.
La base de datos de publicaciones fue organizada de acuerdo a la narrativa impulsada, el actor objetivo del contenido y la técnica desinformativa usada. Los resultados se muestran en el siguiente diagrama de árbol.
El contenido publicado por los noticieros anónimos no es, en su totalidad, desinformación ni propaganda, ni tampoco es idéntico. Varios de los canales publican contenido de forma heterogénea, intercalando noticias verdaderas, generalmente extraída de medios digitales venezolanos como La Patilla, AlbertoNews o DolarToday, con publicidad, memes y, ocasionalmente, el contenido desinformativo y propagandístico original identificado en la base de datos. El mismo contenido fue publicado casi simultáneamente por al menos dos de las cuentas de “La Fábrica” en 134 de los casos indexados, lo que puede dar la impresión a sus potenciales seguidores de que se trata de contenido importante o “de última hora” al verlo aparecer, súbitamente, en varias cuentas de Instagram.
Esta es una de las principales razones por las que se considera que los noticieros anónimos conforman una red. Dos de las cuentas (@VeneNewsToday y @LaNoticiaTuya) suelen ser las primeras en publicar el contenido desinformativo y, en 12 de los casos indexados, publicaron los mismos contenidos en un intervalo de tiempo inferior a los 60 segundos, lo que sugiere que son operadas por la misma persona. Lo mismo ocurre con las cuatro cuentas restantes (@ElObservadorVe, @VivoPorVenezuela, @TodosContigoVenezuela y @AraguaLucha), que también presentan coincidencias en la publicación del mismo tipo de contenido de forma casi simultánea, con diferencias de minutos o segundos.
Durante el período estudiado, la red de noticieros anónimos publicó la mayor cantidad de contenido durante tres meses específicos:
- Mayo de 2020: 24 publicaciones distintas, luego de los hechos de la llamada Operación Gedeón (img. 01)
- Diciembre de 2020: 23 publicaciones distintas, durante las semanas previas a la Consulta Popular impulsada por la oposición venezolana (img. 02)
- Octubre de 2021: 20 publicaciones distintas, en el contexto del proceso de negociación y diálogo entre el oficialismo y la oposición venezolana y semanas antes de la campaña electoral para las elecciones legislativas del 21 de noviembre (img. 03).
Los principales actores mencionados en las publicaciones indexadas en la base de datos son Juan Guaidó (89 publicaciones, 29% del total), Leopoldo López (55 publicaciones, 17,97% del total), el gobierno interino (24 publicaciones, 7,84% del total) y las elecciones en Venezuela (11 publicaciones, 3,59% del total).
El contenido desinformativo que comienza a difundirse en las cuentas de “La Fábrica” emplea una amplia gama de técnicas desinformativas, entre las que se encuentran 14 casos de falsificaciones de contenido:
- Documentos falsificados: falsas bases de datos filtradas, supuestamente provenientes de iniciativas democráticas de la oposición venezolana como la Consulta Popular de 2020 (img. 04), el programa “Héroes de la Salud” impulsado por el gobierno interino (img. 05) o documentos falsificados como una falsa investigación de la Fiscalía colombiana contra el gobierno interino (img. 06).
- Falsas opiniones o comentarios de fuentes confiables: declaraciones fabricadas del director del Colegio de Psicólogos del Distrito Capital (img. 07), de un periodista del diario El País de España (img. 08) o de una periodista del diario La Nación de Argentina (img. 09). En este último caso, el bulo fue borrado del noticiero anónimo que lo publicó luego que la propia periodista lo desmintiera en la misma publicación..
- Falsas publicaciones en redes sociales de actores influyentes: videos nunca publicados por medios de comunicación, encuestas nunca publicadas en Twitter por periodistas influyentes (img. 10), tweets nunca publicados por actores influyentes (img. 11) y resultados de encuestas nunca publicadas por encuestadoras venezolanas (img. 12).
Pero no todo el contenido desinformativo está basado en falsificaciones. Hay un patrón presente en decenas de los casos indexados: el uso de información engañosa, basada en hechos o contenido real que fue deliberadamente distorsionado con el fin de generar daño a sus objetivos.
Algunos de los contenidos difundidos son documentos personales difundidos con el uso de narrativas engañosas (img. 13), imágenes y videos privados descontextualizados (img. 14, 15 y 16), información engañosa sobre la ayuda humanitaria (img. 17), bulos con información totalmente fabricada con deliberada intención de daño (img. 18, 19, 20) y memes que amplifican narrativas propagandísticas existentes.
No todos los casos, sin embargo, aparecieron en redes sociales por medio de “La Fábrica”. Hay casos en los que estuvo involucrada primero la red de manipulación de tendencias en Twitter (img. 10, 13, 21), cuentas trolls o comunicadores del chavismo en Twitter (img. 12) o incluso, fueron presentados primero por representantes del gobierno de Nicolás Maduro, para luego circular en redes sociales (img. 14).
Al menos en seis ocasiones, contenido difundido por “La Fábrica” apareció reseñado en el canal estatal Venezolana de Televisión a través del programa “Con El Mazo Dando”, conducido por Diosdado Cabello.
Tres de las publicaciones fueron mencionadas directamente por Cabello (img. 13, 14, 20) mientras las restantes aparecieron como parte de los segmentos temáticos en contra de actores opositores que se transmiten en la parte final del programa (img. 16, 21, 23). El programa es fuente regular de desinformación y propaganda tóxica en contra de políticos y partidos, periodistas y medios independientes venezolanos.
Juan Guaidó, Leopoldo López y el gobierno interino no fueron los únicos actores de la oposición venezolana que estuvieron en la mira del contenido proveniente de “La Fábrica” en Instagram, que luego fue amplificado en otras redes sociales.
En la base de datos también hay contenido que tuvo como objetivo tanto a líderes de la oposición política venezolana –como María Corina Machado, Henrique Capriles Radonsky, Henry Ramos Allup y Delsa Solórzano– como a actores provenientes del oficialismo quienes se enfrentaron en años recientes al gobierno bolivariano, como la exfiscal general Luisa Ortega Díaz o el exministro Rafael Ramírez.
En todos los casos, las publicaciones parecen tener como objetivo profundizar las ya existentes grietas y avivar la polarización entre los distintos adversarios del oficialismo venezolano, una estrategia desinformativa que ha sido identificada por Cazadores de Fake News en programas transmitidos en televisión pública, como el ya mencionado “Con El Mazo Dando” o “La Hojilla”, conducido por Mario Silva.
Pero también hay contenido desinformativo publicado por “La Fábrica” referida a procesos democráticos o de participación ciudadana, que pueden dar pistas sobre el tipo de manipulación informativa cuyo uso puede esperarse en Venezuela en procesos similares que ocurrirán en un futuro cercano.
Tal como se explicó previamente, a principios de 2020 la red de noticieros anónimos compartió una serie de seis publicaciones distintas sobre la falsa llegada del COVID-19 a Venezuela en lo que puede suponerse como un intento por debilitar la participación a la marcha del 10 de marzo de ese año. En el caso de la Consulta Popular, el contenido difundido también buscó debilitar la participación opositora en la iniciativa, lo que podría promover incertidumbre en el proceso y avivar el miedo a posibles retaliaciones políticas, pues tres de las publicaciones en la base de datos se referían a la falsa venta de la base de datos de la Consulta Popular, por parte de sus mismos organizadores.
Entre las publicaciones seleccionadas, también se puede identificar la intención de influir en los lectores sobre temas como las elecciones regionales del 21 de noviembre de 2021 (img. 28 a 30) y en el proceso de negociación entre la oposición y el oficialismo (img. 31 a 33).
Muchas otras publicaciones identificadas están en el límite entre la desinformación y la propaganda, alimentando narrativas sobre la mejoría o normalidad reinante en Venezuela (en 16 casos) o sobre la supuesta confiabilidad en los procesos electorales en el país (en 13 casos).
Hay un grupo de ellas, sin embargo, que está compuesto directamente por contenido informativo o propagandístico relacionado con Nicolás Maduro (img. 34 y 35) o directivos de organismos policiales o de inteligencia venezolanos como Douglas Rico, Director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (img. 36); Alexander Granko Arteaga, Jefe de la Unidad de Asuntos Especiales (DAE) de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, DGCIM (img. 37 a 39) y Rafael Bastardo, ex jefe de operaciones de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana, PNB (img. 40 a 42).
Si bien la aparición de este tipo de contenido en la base de datos es muy pequeño con respecto a los temas en el resto de los casos, llama la atención que todas las publicaciones sobre Granko Arteaga, publicadas en algunas de las cuentas de “La Fábrica” entre el 9 y el 11 de febrero de 2022, días después fueron borradas de los noticieros anónimos de Instagram.
Si bien la aparición de este tipo de contenido en la base de datos es muy pequeño con respecto a los temas en el resto de los casos, llama la atención que todas las publicaciones sobre Granko Arteaga, publicadas en algunas de las cuentas de “La Fábrica” entre el 9 y el 11 de febrero de 2022, días después fueron borradas de los noticieros anónimos de Instagram.
¿Qué puede aprender la sociedad civil de “La Fábrica”?
¿Son los noticieros anónimos que conforman “La Fábrica de Desinformación” en Instagram activos digitales que están siendo usados en una operación de influencia con vínculos con el gobierno de Nicolás Maduro, son manejadas por simpatizantes espontáneos del oficialismo o simplemente cuentas comerciales que ofrecen servicios de publicación de contenido, incluso desinformativo, a quien pueda pagarlo?
Al igual que se ha podido documentar en países como Rusia, el impulso encubierto de desinformación en redes sociales, es una estrategia de guerra informativa diseñada para negar atribuciones y conexiones con sus beneficiarios. Y, si bien en el caso de “La Fábrica” no se ha podido atribuir su operación a ningún actor específico, las narrativas que ha impulsado hacen evidente que se trata de un activo usado frecuentemente en el contexto de la guerra informativa en Venezuela.
Aunque el contenido publicado por “La Fábrica” desde 2019 ha tenido como principales objetivos a políticos de oposición como Juan Guaidó y Leopoldo López, es esencial comprender que los puestos que ocuparon como objetivos de la desinformación generada por la red podrían ser sustituidos por otros actores políticos que representen una amenaza para el oficialismo venezolano. Se espera que estas tácticas desinformativas se intensifiquen durante procesos electorales importantes, como las elecciones primarias de la oposición y las elecciones presidenciales de 2024.
No basta con que la sociedad civil rechace contundentemente el uso político de la desinformación o acceda pasivamente a desmentidos, aclaratorias e informes de medios de comunicación e iniciativas de verificación venezolanas. Para combatir este problema, debe estar preparada para el despliegue de operaciones de influencia similares en el escenario digital y el primer paso es comprender que este tipo de contenido no aparece de forma espontánea en redes sociales.
Es fundamental fomentar la alfabetización mediática e informacional en los lectores venezolanos, con el fin último de que puedan discernir entre fuentes confiables y actores desinformantes, como los noticieros anónimos de “La Fábrica” o la red que impulsa tendencias coordinadas en Twitter. Medios, organizaciones e instituciones venezolanas han iniciado programas de entrenamiento a comunicadores y líderes de la sociedad civil en años recientes, pero aún queda mucho camino por recorrer.
Este trabajo forma parte de las entregas de la Coalición Informativa “C-Informa”, equipo periodístico venezolano que tiene como objetivo hacerle frente a la desinformación y está integrado porMedianálisis,Efecto Cocuyo,El Estímulo,Cazadores de Fake News yProbox con el soporte delConsorcio para Apoyar el Periodismo Independiente en la Región (CAPIR) y la asesoría deChequeado de Argentina y DataCrítica de México.